sábado, 13 de noviembre de 2010

la teoría y la zanahoria

se cruzan en corrientes y montevideo.
se miran de reojo.

la poesía se acerca, le dice: qué hacés che.
la teoría responde: ey, no te había visto. bien ando.
la poesía: qué bueno.
la teoría: sí, qué bueno.
la poesía:
la teoría: che, te dejo que estoy apurada.
la poesía: dale, metele pata.
la teoría: nos vemos.
la poesía:
la teoría: ah, no te dije. casi te tengo. estoy cerca.
la poesía:

la teoría cierra el puño y los ojos.
con su mejor cara de
estoy caminando
por corrientes
y ni me crucé
con la poesía,
piensa:
mierda mierda
mundo de mierda.

la poesía
deja salir los dientes
y le manda un mensaje
a otra poesía,
diciendo:

lunes, 1 de noviembre de 2010

Néstor

yendo y viniendo
de un lado a otro

reventó el corazón
del conductor
del camioncito
de mi país.

yendo y viniendo
todo el tiempo

como de pibe
con la misma piba
al lado.



un tipo
que agarró
con las manos
sin guante
cremita callo

una papa caliente

ay
cuán caliente.




veo
una señora
que le pide
tenga fuerza
a Cristina

como queriendo
imprimir en el grito
fuerza en verdad

hacer de él
no un gesto
sino
una transfusión
directa
de humanidad
espíritu.




y ahí nomás
puedo oir
los celulares
de traje
como explotando

un coro de ringtones
un mar de garcas

a los abrazos.


abrí los ojos bien grande
mirá cómo se entreteje
el batacazo.

mirá,
se vienen.




yo sé que hay una gente
y cuánta gente

que ve tn
como ve tinelli.

pero la información
como la comida
hay que masticarla
mínimo
veinte veces.

porque sino
tiran
todo
abajo
de la alfombra

te dicen
mentiras

te llenan
las ideas
los brazos
las patas

y vas podrido
repitiendo
las reglas
del juego limpio

en que las plazas
no se llenaron
en los últimos
tirones de tiempo

de gente marchando

por la conciencia
por la tolerancia
por la redistribución.




veo el funeral
de Néstor
por tn
para ver
qué me dicen.

y su carácter señorial
los hace tener que filmar
una hilera de personas
a los gritos
por la incertidumbre
la desilusión
el dolor
que arrastra
la muerte
del conductor
del camioncito
de su país.



atrás del féretro

está Lula
el golden boy
de los impecables.

está Hugo
el dictador
de los impecables.

y qué extraño
los dos dicen
casi lo mismo.

la diferencia está
en sus acentos.

porque Néstor
fue del barrio
al continente.


porque entendió
y practicó
lo lindo
lo necesario
de tomar mate
con los vecinos.


y entre tanta
medida justa
que parecía
andar
por afuera
se instaló
en la compleja
unidad
de los
jovencitos
que al oir
la palabra
militancia
fruncíamos
la cara.


ahora parece
nos apiolamos:

hay un camino
trazado en el tiempo

con unas buenas piedras

y grandes
postes

de luz