domingo, 26 de diciembre de 2010

borrador entusiasmado

vos,
que tu mirada
mostrás tan sólida
sentada en el sillón
de la experiencia

yo,
una apenas inaugurada
conciencia de mundo
flotando por colectivos
que tejen redes
sobre el país

él,
que da vuelta
la almohada seguidito
para apoyar un perfil
en superficie fresca
que por muy fresca
no está lo fresca
que está la bailanta
de sus ideas

vos,
que la cara esa
de abogado la sostenés
sobre tu sedimento
intelectual

él,
que en la bailanta de sus ideas
pone todas las potencias
que consiguió
a manifestarse

vos,
que tapándote las orejas
tratás de ser
el mejor bailarín
el que convoca ojos
y comentarios sin escuchar
la música que suena
fuerte cada vez más fuerte
más claro el ritmo

yo,
que viendo
un grupo de pájaros
negros jugando sobre
un fondo de nubes
me pregunto
si escucharán

aquel,
que se compró
las mejores orejeras
y la música filtra igual

yo,
que veo sombras
por entre la niebla
árboles que muestran
la silueta en el campo

ellos,
que les fritaron
las posibilidades
con el peor aceite
las malas prácticas
de la política

nosotros,
que vamos con garganta
y pecho y ganas de parlante
a reventar por la vereda
que tenemos que usar anteojos
porque las sonrisas
encandilan

viernes, 17 de diciembre de 2010

sacaste el pensamiento del molde triste de lo anterior.

ahora tu ranchito creció incalculable.

tenés el patio de atrás
con una pelopincho
de flores violetas

el patio de adelante
que se abre gigante
en la primer baldoza
de la vereda

jueves, 16 de diciembre de 2010

Clase tibia

a la clase media que por media se queda en el medio de la intensidad, del compromiso social, de la estabilidad económica, de la exploración cultural, de la interpretación política, de las relaciones humanas:

no te asustés,
dale no te asustés,
que se te empiezan a mover las patas,
las rodillas se golpean, suenan como
la boca de una mula,
los dientes rechinando.

no te asustés
que se te nublan las ideas
y el porvenir, y
te necesitamos fuerte
tenés que crecer un poco,
animarte a mirar más allá
de los anteojos de sol,
no te me achetés,
no ahora,
despojate del pánico televisivo,
que de los laberintos
se sale por arriba.