sábado, 26 de noviembre de 2011

Constanza y la Revolución

la conozco de chica. del barrio: su casa queda a una cuadra de la mía. tardes y tardes ahí, en la vereda. sencilla y sensible constanza. risible. el adoquinado, los árboles, hasta el sol se salvaban con su carismático andar. el viento la favoreció siempre, haciendo volar su pelo, flamear su ropa, ni más lento ni más rápido que la velocidad ideal...

yo jovencito era una imagen, un discurso, puntual y constante: educado en la escuela de mi padre, hice siempre un culto al comandante. tenía tres remeras iguales, tres boinas iguales, que vestía día y noche, noche y día. la revolución era mi asunto. de más grande, entrando en los 19 años, aflojé. frustrado, viendo testimonios del capital por todos lados, dejé de construirme como siendo con heroico potencial, para pasar a ser siendo ente ahogado en la cápsula del sistema ecosófico filonómico reinante.

la vez en que ella no fue ella, o, más bien, fue una ella solapada, o una ella inadecuada, como una dislocación, fue hace 27 noches: la crucé en el quiosco a eso de las 10. ni bien me vio me encaró y dijo: "quiero hablar con vos, necesito hablar con vos, puede ser ahora, no me importa l a hora, a hora.". dije que sí con un gesto de cabeza y enseguida me extendí en palabras: "dale, cómo no, ¿querés venir a casa? no hay nadie.". dijo que sí con un gesto de cabeza.

cerré la puerta de casa.

- no tolero la desigualdad y quiero hacer algo. no tolero la injusticia, de ningún tipo, en ningún lugar del mundo. no tolero la necedad afectiva de quienes no ven el amor como profundo y eterno guía. tenemos que hacer la revolución. es así. - dijo.

- ¿me hablás en serio?- pregunté.

- ¿a vos qué te parece?

- que sí, pero no sé.

- sí, hablo en serio.


cerré los ojos, orienté mi pensamiento a dios, advertí la contradicción, deconstruí a dios, y, con la voz haciendo eco en las cuevas del sentimiento, creí decir para mis adentros : "habíame resignado por no encontrar caminos, por impotente sentirme frente a la inmensa realidad. habíame resignado, cuando se acerca la niña del barrio, la aurática, y me involucra en su proceso de revelación, en su prematuro proyecto de revolución."


- será prematuro pero es de corazón.- dijo- sí, estabas hablando en voz alta..

- qué verguenza.......

- no te preocupes, estamos en cosas más grandes. pensemos, organicemos y actuemos. nada de gradualismos. esto se hace, si es posible, ahora mismo. paremos este bondi, cambiemos al conductor y que suba todo el mundo. si no puede subir todo el mundo, pues que bajen los pasajeros y el rollo lo armamos en la vereda.

- hagámoslo en la vereda, y ahí serás nuestra líder. un espacio que te pone en sintonía con el cosmos de una forma tan evidente que hasta un jovencito comu yo lo pudo notar..

- basta de piropos que me vine seria. sería conveniente que definamos par cosas.

- dale, ¿cuáles?

- los pasos para hacer la revolución.

- ... nada che.

- ¿cómo nada? tantas mañanas vestido de cubanito, te recuerdo comiendo habanitos, con barbita falsa pegada. ¿cómo nada che?

- ... nada.

- ¿tenés alguna sierra para armar un foco?

- tengo una sierra para cortar madera y unos cuantos focos, de luz, ya armados.

- dani, estoy decepcionada,...

- ya lo creo.... la verdad nunca imaginé tener que enfrentar algo así. no sé cómo se hace. tan solo llevo unos consejos de mi progenitor y unos cuantos fragmentos de discursos de fidel...

- a ver, decite alguno.

- ejm ejjjjm: "A los pueblos muchas veces les hablan de democracia los mismos que la están negando en su propio suelo; a los pueblos les hablan de democracia los mismos que la escarnecen, los mismos que se la niegan y los pueblos no ven más que contradicciones por todas partes. Y por eso nuestros pueblos han perdido, desgraciadamente, la fe. Han perdido la fe, que se hace tan necesaria en instantes como este para salvar al continente para el ideal democrático, mas no para una democracia teórica, no para una democracia de hambre y miseria, no para una democracia bajo el terror y bajo la opresión, sino para una democracia verdadera, con absoluto respeto a la dignidad del hombre, donde prevalezcan todas las libertades humanas bajo un régimen de justicia social, porque los pueblos de América no quieren ni libertad sin pan ni pan sin libertad".

- bravo, ¡bravo!, ¡BRAVO! otro, otro...

- ejm ejjjjjjjm: "No deseamos que la sangre de cubanos y norteamericanos sea derramada en una guerra. No deseamos que un incalculable número de vidas, de personas que pueden ser amistosas, se pierdan en una contienda. Pero jamás un pueblo tuvo cosas tan sagradas que defender ni convicciones tan profundas por las cuales luchar, de tal modo, que prefiere desaparecer de la faz de la Tierra antes que renunciar a la obra noble y generosa por la cual muchas generaciones de cubanos han pagado el elevado costo de muchas vidas de sus mejores hijos. Nos acompaña la convicción más profunda de que las ideas pueden más que las armas por sofisticadas y poderosas que éstas sean. Digamos como el Che, cuando se despidió de nosotros: ¡Hasta la Victoria siempre!"


constanza tenía la cara mojada. las lágrimas salían discretas de los ojos.


- ahora decime cuáles son los pasos, dale, aunque los sepas de memoria, después vemos cómo seguimos....

- no sé....


el silencio fue corto pero punzante.


- me voy a ir, dani..., mañana la seguimos.


me paré, se paró, le di un beso en la mejilla, abrí la puerta para que salga, usó la puerta para salir, y se fue caminando tranquila para su vereda.

al otro día la crucé. apenas me saludó tímida, haciendo de cuenta que nada había pasado. al principio pensé que era una cortina de humo para que los vecinos no vieran nuestro lazo revolucionario, pero la repetición volvió su personaje realidad estable. así de contundente es la repetición.

algunos días después, me fui, sin pensarlo, a comprar un par y medio de remeras y un par y medio de boinas. fue en ese encuentro con la brillosa niña de la vereda hablándome de igualdad, que decidí volver a ser imagen y discurso puntuales y constantes. ni bien salgo del trabajo, cargando los ropajes que me tocaron en suerte, desprendo mi camisa, y dejo ver los rasgos del rostro inalterable del che. llego a casa, después de dos colectivos, abandono el portafolio y salgo a caminar el barrio. cuando me cruzo con stanza, saco rápido un habanito que llevo escondido, y empiezo a comerlo disimuladamente con mis dientes, mientras labios afuera cuelga con aire de estrategia guerrillera. interpreto el papel de cuando eramos niños. ella, he notado, hace lo mismo. ahora que el viento no la acompaña, tiene un ventilador de pie en la puerta de la casa, que, desprolijo, hace flamear la ropa, volar el pelo. quizá todo se trató de exaltar un anhelo de infancia, y, nuestra reunión, no fue otra que la reunión de una niña reviviendo a un niño cuyo crecimiento había hecho resignar. de todos modos, algo ansioso, día y noche, espero cruzarme con stanza en el quiosco. estuve pensando los pasos para hacer la revolución, y ya tengo algunas anotaciones listas.

me tiene ocupado lo acontecido aquella noche. los pensamientos rebotan de una pared del cráneo a la otra, como queriendo salir del atolladero en que se encuentran. si tan solo pudiese orientarlos por más de un instante a dios, si eso no me representara una terrible contradicción, todo sería diferente. ay, todo sería diferente.

lunes, 14 de noviembre de 2011

santa ola ya

"hornalla
poética,
cocina de la más
honda creación, la más
nada,
enciéndete en mí,
dotada de persuasión
comercial,
y
apágate.
de una vez.
para siempre."

pepe pepe.



escribir un poema
que produzca
santaolalla
.

uno de esos que por
hastaparaunoincodificables
pierden, a cada verso,
sentido. cuando ganarlo
han querido.
que no
transmiten nada.
y tanto intentan
transmitir.


que lo produzca
santaolalla
que lo recite
al ganar
el
próx
imo
o
oo
o

sss
scc
cc
a
aa
aa
r
r
rrrr
rrrrr
rrrr
rrrrrrr




. es tan grande el poder de
santaolalla
:
de su entusiasmo, de su promoción.
tan abundantes son sus posibilidades
de hacer emerger a quien quiera. qué bueno
dar con las palabras justas,
las que lo emocionen tanto
:
santa ola
(de palabras),
ven a mí,
ya
,de bajarte
habré, de
mojar
a
santaolalla
que con
estatui ya
en mano
te reci
tará.

y lo hará
tan a gusto
. para devoción
o para susto
.
será un poema difícil.
de los que pretenden
un acerca
miento
a lo
"real"
y
¡real!
mente
nada acercan
al lector.
a su
mente.


es tan fuerte la tentación
de correr por los bordes
de lo
con
sensuado,
conmover
a
santaolalla
y ser por él
recitado
con
o
oo
o

sss
scc
cc
a
aa
aa
r
r
rrrr
rrrrr
rrrr
rrrrrrr
empuñado.
.



santa
ola
,
ya
,a
mí:
palabras
que provoquen
la erosión de su áni
mo de producción
.




martes, 11 de octubre de 2011

cantata pifiada con final algo feliz

ni afinado ni desafinado,
sobre una mesa negra cuadrada parado,
violetas dientes violetas labios marcados,
pelo revuelto, ojos rojos, puño empuñado,
canté las cuarenta que me sé:
mis cuarenta...
..
.
y había casi todos
que no querían oir ni 10
ni 5
ni 3.

pero
yo cantaba
y cantaba

mirando
el techo

cuando no
los rostros

circun
dantes.


cantaba...
....
..

canté.

volaron botellas
que esquivé.

sangre salió de los oídos
de un hombre que gritó
"basta
basta".

y seguí
perdido
en las notas
usando sus basta
como parámetro
rítmico.


entonces...
........
.....
....
....
..
.
una mujer
de pelo
ondulado,

pelo tan lindo
morocho y largo

muy largo,

me agarró
la mano.

recuerdo
la sensación:

calor
de
amor.




esa
mujer
oyó
lo que
mi canto
verdadera
mente
clamaba
y me lo dió
en un tocar
de mano..
..
.

pero
ense
guida
me
dijo:



"
cantás
como si
dijeras

una
verdad
tras
otra

invadís
dando
la nota

de la
canción
que
impro
visás

y en eso
enjaulás

pensa
mientos
que son
menos,

desde tu
referencia
pedante,

mostrándote
anhelante

despa
rramado
sin tacto

pre
tendés
ser el más
alto

por
pararte
en una
mesa

ahoga
da va tu
empresa

y es noble,
lo percibo

mas poco
sensitivo

al grueso
gusto ameno

de todos
los presentes

que ves
intrascen
dentes

y querés
entusias
mar.

no
muestres,
dialogá,

bajate
de la mesa

abrí bien
la cabeza

y no des
más res
puestas

que con
tono
de ciertas

emergen
prepotentes

alejan
a la gente

la dañan
y la ofenden

la ofuzcan,
la resienten

le faltan
el respeto.


disfruto
mucho
y cuánto

discursos
marginales

que dan
al dominante

perspectivas
distintas

exponen
las conquistas

tremendas
de los menos

que rigen
la obediencia

los modos
de la vida

sucumben
la esperanza

sofocan
el coraje

poniendo
mil ropajes

que son
inexistentes

encastran
ya su lente

salís
venís
seteado

por tipos
avivados

tarados
afectivos

que avanzan
sobre todo

sin un mayor
motivo

que engordar
bien el ego.

el ego
y el bolsillo..


es cierto
los disfruto

y el tuyo
lo comparto,

ni una frase
le parto

mas sí
parto
la forma

por todo
lo antes
dicho.

tomemos
una birra

charlemos
con paciencia

la ciencia
de lo bueno

la ciencia
de lo
grande

y vas
a ver
cantor

que en tu
garganta
arde

lo mismo
que en mis
huesos

lo mismo
que en mi
carne.

"



buscó una cerveza,
sentóme en la barra,
sirvióme firme un trago,

levantó su vaso.
levanté el mío...............................
..........................................
..............................................................
.........................................
:somadnirb........................................

¡salúd!

volvimos
a brindar.

¡una! ¡dos!
¡muchas!

veces.



ella sostenía el vaso
con su mano de amor
e iba relatando
trago a trago
cómo la cortina
rubia espumante
me limpiaba
los dientes,
el labio
superior.




l
a luz
a zul
violacea
que anuncia
la mañana
era llama
en las ventanas,
tinta en la
cantina.


adiós
a
esa mujer
que vino
a salvarme
y anónima
se fue.




recuerdo su extensión
sobre un tema muy clave,
dijo en justas palabras:

"la mejor ciencia es la pa ciencia.

la pa ciencia de que se clarifique el panorama
con ojos agudos y espíritu encendido.

pa ciencia, calma, olfato.

pa ciencia, que espero
no se academice."




brindamos
una vez más.

martes, 20 de septiembre de 2011

gente espejo (versión libre de la canción gente de caetano veloso)

la gente mira el cielo.
la gente quiere saber algo de sí misma.

la gente
mira el cielo
que pasa

la gente
pasa
con él.

la gente
espeja.

la gente
está llena
de cielos.

la gente espeja
y absorbe.




la gente
espeja,

refleja,
ilumina,

mientras
se ilumina
por lo
espejado.


en la noche más negra
en la más negra noche
el cielo se abre
muestra
estrellas
cuántas



estr e l la s e st r el l a ses t r el l ase s t r e l la s es t r e ll a se s t r el l a se s t r e l la s e s tr e l l a
e s tr ell a s est rella sest rel la ses t r el la s e s tr ell a ses tr lla s e sestre l l as e s tr e l la ses t r el las e st r e l l a s e st re ll a se s t re l l as e s tr ella sest re l l el l a s




cada
una
de
ellas
espantada
por su pro
pia ex
plosión.


cielo
manto
lleno de
exploOOO
OOO
siOnes.


gente
espejada
llena
de
cielos.

cielO
llenO
de
gente
llena
de
explO
siOnes.

la gente mira las estrellas.
tiene estrellas.
en los ojos.




la gente es buena. la gente debe ser buena.
la gente tiene que respetarse, cuidarse.
la gente brilla,,,,
está llena de cielos.
explosiones.

y los cielos.
las estrellas se expanden.
llenas de cielos.

el brillo en esos ojos.
estrellas.


quien ama.
abre los cielos
de negra noche
muestra estrellas

amando.



jorgito
alejandro
victoria
cristina
lucía
hernancito
tomás:

gente viviendo,

l l as
e s t r
e

en la noche.













la gente quiere comer.
la gente quiere ser feliz
la gente quiere respirar
aire por la nariz.



-----negra, hermosa negra,
no traiciones nunca esa fuerza
que habita tu corazón.-----






gente lavando ropa amasando pan.
gente pobre trabajando la vida con las manos.


con corazón de madera
la gente quiere seguir.
quiere durar.
quiere crecer.
se quiere expandir.




norita
el gordo
dieguito
pablito
jacinto
agustín
y mabel



La gente es para brillar
no para morirse de hambre.


La gente es para brillar
no para morirse de hambre.

La gente es para brillar
no para morirse de hambre.







gente de este planeta
del cielo azul.

gente
no entiendo
nada.

gente espejo de estrellas.
gente reflejo esplendido.


roberto
lulita
pipachu
gonzalo
facundo
marilyn
oscar





gente espejo de la vida
dulce misterio





gente espejo de la

vida:
dulce misterio.


gente espejo de la vida dulce misterio

gente espejo de la vida dulce misterio


vida:
dulce misterio.

gente espejo de la




vida dulce
misterio.
v i d a
vida dulce
misterio.
d u l c e
vida dulce
misterio.
m i s t e r i o.
vida dulce
misterio.

vida dulce
misterio.

vida dulce
misterio.

vida dulce
misterio.

vida dulce
misterio.

vida dulce
misterio.

vida dulce
misterio.

vida dulce
misterio.

vida dulce
misterio.

vida dulce
misterio.

jueves, 11 de agosto de 2011

Rutilantes Mutantes (pepe pepe)

mute mute, mute que mute, mute, mute, mute mute, que si no muta se vuelve evidencia discursiva, y su discurso moldearán por evidente. mute en su confusión constante. ¿está usted andando y desandando este mundo? ¿está dialogando con él? sea dialógico. sea dialógico y tendrá la necesidad de mutar. a veces por dentro, a veces por fuera. a veces por dentro y por fuera. a veces ni por dentro ni por fuera, silencios de mutación, estadíos necesarios de consolidación de algún tipo de certeza, para luego perforarla y volver al estado natural. estado mutante. ¿y qué es lo que no muta? ¡lo muerto! ¿y qué es lo que muta? ¡lo vivo! ¿y usted está muerto o vivo? ¡vivo! si usted quiere mutar pero se ve gárgola andante, y, por una de esas causalidades, cree en el televisor, agarre el control, apúntese y "mute". pero no calle. sea dialógico y dialoge. no sea cosa que en los prejuicios se enrede, enredado por dentro y por fuera quede, vedado de vertiginosa experiencia. sea dialógico del mundo que mundo hay para rato y no hay nada más. dialogue con mutaciones ajenas, construya mutaciones conjuntas, aprenda a percibir con todos los sentidos las voces de los silencios de mutación. en ellas se oyen los diablos y los dioses cantando sus confusiones y sus miedos y sus piros, y verá que varían armonías y ritmos. verá que hasta los dioses y hasta los diablos mutan su canto y su encanto. crea en usted, mutante, y en los demás, mutantes, y en el mundo mutante, y escuche lindos cantantes, que pueden estar siendo dioses y diablos. o nomás manejantes de técnicas vocales extraordinarias, terriblemente necesarias para el exaltado corazón.

sábado, 6 de agosto de 2011

lunes, 11 de julio de 2011

paralosdesconocidos.blógicospot.nggoaoaoaang;).final

- salí a caminar, y vaya si caminé, pegado a la vía del tren. y vaya si en la caminata se me produjeron enérgicos choques internos. llorando seguí mi marcha. sonidos enteramente emitidos con la garganta venían marchando en mi misma dirección. en principio al costado de la vía, más adelante quizá cruzándola, sonidos cruzantes o sonidos no cruzantes, enigma marchante. "ngaaaa, ngaaaa", acompañando la cara mojada, emitidos plenos de garganta. sonidos gestados por la crisis. (génesis llantal, inaccesible punto de convergencia).
es que todo lo vengo resquebrajando y resquebrajar resquebraja al resquebrajador a la par que resquebraja lo por su óptica resquebrajado. se resquebraja mundo y uno, mundo. y la óptica, mundo, tambíen.
resquebrajado cuerpo marchando, cara resquebrajadamente mojada, sonidos resquebrajados emitidos por resquebrajada garganta, cruzantes o no cruzantes de resquebrajada vía, gestados en "inaccesible punto de convergencia", resquebrajamiento madre.

- no entiendo lo que me decís.

- que caminaba al costado de la vía. toda la cara mojada. en el cielo había una luna entera y un sol que la iluminaba. la hora era negra de noche y azulada de luna reflejante. todo el resquebrajamiento era negro de noche y azulado de luna reflejante. los "ngaa ngaa", plenos de garganta, estaban apoyados sobre el colchón que se componía con: el sonido constante de las piedras arrastradas, pisadas y pateadas, los aislados sonidos de los habitantes de los árboles cercanos, el "bsssss" de la electricidad que alimentaba los faroles que iluminan los barrios que en paralelo desandaba (barrios en los que la hora era naranja de luz artificial), y cada tanto, el tren, acompañado de su masa sonora.

- no sé adónde estás yendo.

- yo sí en pequeño porcentaje y no en mayor. quiero terminar de contarte de la caminata.

- dale, continuá...

- cada tanto, oía de lejos, venir hacia mi espalda, el tren. y el sonido se tornaba cada vez más inmenso, sonido gigante, con fuertes vibraciones en el piso, las piedras saltando muy corto y muy rápido, y una luz que entraba por el costado de mi hombro derecho y cada vez más porción de mi cuerpo abarcaba, y unos bocinazos aturdidores se alzaban en concierto, y el viento se levantaba y yo cerraba los ojos, dejaba suspendida mi cara mojada, los cortos pelos se movían muy fuerte, y, cuando los abría, al tren irse veía, con su luz, sus sonidos, con su electricidad, con todas las toneladas que arrastraba, y con su gente, por sobre todas las cosas, su gente. gente que toma el tren. gente que fundamenta su monstruosa existencia.
todo lo que te cuento, blog, resquebrajalo. resquebrajá estas palabras, que resquebrajadas ya están. (¿puede algo estar resquebrajado si tiene la necesidad de afirmar tanto su condición? afirmar ex(cusando y/o plicando) con la misma palabra con la que intenta enunciar tal fenómeno a casi cada renglón. (la escritura cada vez más se parece a un delirio. un delirio estético, lúdico, que, aventurero de las fuerzas de lo vivo, intenta enunciar lo más allá, con lo más acá como materia prima, después pone palabras y cuanto más densas esas palabras son, tanto más su inevitable fracaso se expone)). resquebrajá como yo venía haciendo con cada tren, con cada grupo incontable de personas cargadas. pasa por ahí, quizás, parte de mi humana crisis: resquebrajar personas, resquebrajar, resquebrajar y, en el resquebrajamiento, resquebrajarme, para poder luchar. para, me explico citando a pepe pepe: "absorventes mares de la estereotipicidad, os pido lejanía, os pido se alejen del punto más álgido de mi siendo, os pido por no convertir mis capas y subcapas de exterioridad en evidente codificación. alejadse, mares de loca limitante locura, que ahogando y refrescando perduran. alejadse de mí y de mis más queridos seres. grandes fogones haremos en sus tremendas costas, si no se van cada vez más alondo, si no drenan por alguna rejilla central. ¡mueran drenados perversos mares de loca limitante locura!" la onda es zafar de los mares de la estereotipicidad como primer medida y buscar un sendero liberando.

- no me parece que lo que me decís tenga una lógica y sin lógica no me vengás a hablar. en el colegio me decían blógico, por ser blog al que sin lógica no lo hacías jugar a ningún pavo, ningún torpe juego, y menos, menos que menos, a un juego de lenguaje.

- es que este no es un juego de lenguaje. este es un juego mediado por el lenguaje...

-... ni más ni menos... ¿y juego de qué entonces es?...

-... eso es lo que no se sabe, pero todo puede ser involucrado, por el lenguaje mediado.

- a mí me parece que es de lenguaje.

- sí, como ser es. el truco es un juego de cartas. pero no reside en las cartas. es un juego mediado por cartas.

- no lo creo. igual voy a jugar. yo, blógico. porque tanto en mi siendo haz jugado.

- muy bien. ahora, dejame un poco más. hay algo que adelante te quiero charlar. estoy rodeando el punto gé(nesis). es todo eso de la crisis y cómo a partir de ahí se resquebraja la totalidad de lo total. cómo resquebrajando personas se percibe la luz de lo que parece ser algo real. una especie de encendida humanidad solapada. resquebrajando y resquebrajando y cada tanto con helicopterito raso volando, tirando escalera colgante, salvando alguno que ande nadando, que ande dudando, en los mares de la estereotipicidad.

- seguí.

- gracias.

de nada.

- quitaste el guión.

- para jugar un poco.

- muy buena forma de i(nte)rrumpir.

- (i)nte(rrumpir).

- ¡de nuevo! sigo, con permiso, sin darte lugar, pues tu comprensión del juego vas a querer, insistente, demostrar: yo iba pateando piedras al lado de la vía, afectado por una crisis, que, constante, me mojaba la cara. caminaba mirando un poco para todos lados, con la vía como natural (hidal)guía. subdividí mi siendo en algunos tópicos, que, con clara indefinición puedo comprender como los más salientes.
no voy a hablar de todos ni nada por el estilo. no ni no. voy a charlar con vos, jugando el juego, uno de los que atravesó tal situación, y, rebotando continuo, adentro me quedó.

-

- lo digo como los médicos, aunque nadie me enseñó: este es el último de mis post, blog.

- blógico...

- ...blógico...

- ...blog...

- bueno como se...

- juego.

- está bien, es tu oportunidad de poner a algo palabras. de al juego entendido jugar.

- lo voy a hacer, pero no puedo dejar de preguntar: ¿por qué en mi siendo no vas a escribir más?

- antes te pregunto yo, ¿hay algo que, al yo escribir, en tu cuerpo sintás?

- sí, siento parecido, seguramente, a lo que un humano cuando se tatúa debe sentir. pensalo así: humano concreto se tatúa con concreta tinta. blog virtual se tatúa con virtual tinta.

- tiene lógica...

- ...ejeeeeeeeeemmmmmmmmmmmmm.............................................................. blógica.

- tiene blógica.

- voy de nuevo, pero esta vez no escribo, copio y pego: "no puedo parar de preguntar: ¿por qué en mi siendo no vas a escribir más?"

- porque quiero cortar algunos lazos... y hay un fuerte lazo que con vos me enlaza. y entra en la canasta de los que quiero cortar.

- ¿pero qué por?

- por eso nomás.

- no creo te, ha de ser mucho más - - - - . ------

- es mucho más, pero no te lo voy a tatuar, blógico. prefiero que en silencio lo intuyas.

- ¿en silenci o lo intuyas? prefiero en silenci. ándale.

- te perdiste la oración anterior, que dice "no te lo voy a tatuar"

- yo creo que dice : "no, telo, voy a tatuar", con horrible sintaxis, y sin precedentes arbitrario apodo.

- te voy a dar el gusto, pero acordate que de lirar con aparente trascendentalidad mucho de todo se trata.

- ;)

- bueno, fijate, del primer al último, este post. vas a ver que siempre he ido en constante cambio. escribiendo.

- ;)

- ahora, como raye actualizado de escribiendo, quiero abandonar el rol que asumí: tatuador compulsivo de blógico, tatuando al son de lo riente. para darme a otro, que bien no sé cuál es.

- :) - ;9 - no es necesario anunciar último tatuaje, último post, último postuaje. podrías abierto dejar el faina(l).

- es que acá te confío tatuando. vengo hace rato con ganas de escribir un final. una despedida de las clásicas. y nunca pero nunca se me da. soy disperso, dicen que es generacional. me cuesta estructurar. prefiero estruc(jugar).

- mentira, no preferís. así te sale.

- verdad.

- ¿me vas a tatuar tu primer final?

- lo estoy haciendo, blógico.

- emocionado siendo vloyg.

- yo también soy emocionado escribiendo. es (b)lógico.

- ;)

- te cuento entonces de la caminata la continuación... (acordate de resquebrajar todo) : caminando iba, y, luz, sonido, presencia de los barrios que paralelo desandaba desvaneciéronse lentos. de a poco el azulado negro se empezó a tornar anegrado negro, devaneciéndose entonces el sol, y pronto también la luna y las estrellas, y todo, como decía antes, se anegró. el sonido también. caminando por las no sabría decir si todavía piedras, sentí de cerca sonar un rotundo gong. intentando sonar a tempo y afinado empecé de nuevo. "ngaaaa" y "gooong", mezclándose, en la experiencia más negra que recuerdo. "nggoaoaoaang", daba como resultado la mezcla. "nggoaoaoaang", "nggoaoaoaang", "nggoaoaoaang", el sonido del negror. "nggoaoaoaang", el sonido, ahora, escuchá "nggoaoaoaang", "nggoaoaoaang", "nggoaoaoaang", de la negrura sobre la que flotan las blancas palabras, los blancos "nggoaoaoaang" tatuajes "nggoaoaoaang" en tu "nggoaoaoaang" negra "nggoaoaoaang" piel "nggoaoaoaang", blógico.

- "nggoaoaoaang"

- ;) -

-:) - ;) - 9)

- es blógico.

- soy blógico.

- y yo b(io)lógico

- jaja jaja jaja ja aja aja jaja ja...

- ...juego para no...

- ...despedirme. yo juego para...

- ...pedirme...

- ...que continúes tatuando...

- ... 46594112...

- ...44476695...

- ...no llames, no es teléfono de nada...

- ---vos tampoco--- , dale.

- ,;, no quiero más---

yo tampoco quiero.... -

- ah, de eso se trata. nggoaoaoaang.

- nggoaoaoaang

- nggoaoaoaang

- de eso, nggoaoaoaang, se trata, sí, nggoaoaoaang. :9 ;)

- ;9 :) de tatuar,
de una vez,,,

- nggoaoaoaang el ansiado...

- ... el tantísimo...

- ...tan ansiado...

- ... fi(?¡)nggoaoaoaang

nggoaoaoaang

nggoaoaoaang

nggoaoaoaang
nggoaoaoaang
nggoaoaoaang
nggoaoaoaang

nggoaoaoaang

;)

.

jueves, 30 de junio de 2011

¡La propinaza!

Esa lámpara daba en su cara. No de lleno, no con burda violencia lumínica. Daba armoniosa, con suaves sombras que destacaban lo mejor de sus rasgos.

El disco que sonó durante la cena es del todo bueno. ¡Composiciones excepcionales ponían ritmo a sus pastosas palabras. Las hacían sonar livianas, planeadoras.

La comida salió pero estupenda. Los detalles se organizaron y expusieron de los platos la mejor combinación, llevándolos a la cornisa de lo que se puede.

Yo los atendí en sintonía con semejante hilación de aciertos. Cada intervención fue justa, deslizando platos, copas y cubiertos arriba de la mesa como si fina capa de aceite tuviesen en sus puntos de apoyo. Panera y manteca en el centro. Y el vino. ¡Cómo descorché ese vino! ¡Vinieron los dioses a darme todo el talento del más experimentado mozo! Y lo más doloroso: les serví un los páramos merlo(t). Uno de los más particulares vinos de esa bodega fantasmal.


Extraño arrime a la idea de perfección el de ese servicio. Extraña superación de todas las circunstancias.

Cuando salieron a la calle, el muchacho me miró fijo guiñando un ojo. Ojo que se refería con claridad a la propina que había dejado. (Ojo con el manojo de billetes que encontraría, pues, al cabo de un tiempo, en el aire se desharía, y la idea de perfección en la cara se me reiría, abismándose del salón, materializada desmaterializada, en tan particulares billetes).

En la mesa encontré quinientos pesos. Exagerada retribución a un servicio histórico. Del asombro se me cayeron tres dientes y del asombro tan rápido volvieron a colocarse, confundiéndose de lugar el canino y el premolar, dejándome gran modificación (d y m)ental.

Dejé la propinaza en la canastita de la, generalmente, propina o propinita. Atravesé el salón conteniendo el rostro verdadero de mi excitación hasta cruzar las puertas de la cocina, espacio en que solté los gestos, que desprolijamente se movieron para dar lugar, ahora sí, a la genuina cara que tal asombro alimentó. Le conté de la propinaza al cocinero, que de espaldas preparaba una salsa humeante, y vuelta se dió con exultantes gestos alimentados también por el asombro. Movía los hombros riendo bajo. (Es que el cliente había dejado, reconociendo la calidad del servicio, en bolsillo de los empleados, el 146% de lo gastado). Al hombreante cocinero le correspondía el 20% de la propinaza: 120 pesos.

Los dos, sin decirnos nada, contamos con los pies, ¡a la u, a la do, a la un, dos, tres!, la canción de la propina inesperada:

Canción de la propina inesperada.

hoy a la noche,
karina,
alguien soltouna
propina
que con
suactitud
no iba

coro:
que con
suactitud
no iba.

hoy a la noche
propina
alguien soltouna
karina
que con
suactitud
no iba

coro:
que con
suactitud
no iba.

todo a coro:
perdonaraaaaaas
¡karina!
nueeestraa confusión
¡propina!
es la emocióooon
¡divina!
por la inesperada
¡propina, karina!
por la inesperada
¡karina, propina!
por la inesperaaaadaaaa
ada ada ada ada adaaaa
ada ada adaaaaaaaaaa
proooooopiiiiikkkaaar
iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii
naaaaaaaaaaaaaaaa
aaaaaaaaaaaaaaaa
aaaaaaaaaaaaaaa
aaaaaaaaaaaaaa
aaaaaaaaaaaaa
aaaaaaaaaaaa
aaaaaaaaaaa
aaaaaaaaaa
aaaaaaaaa
aaaaaaaa
aaaaaaa
aaaaaa
aaaaa
aaaa
aaa
aa
a
.


Terminamos parados sobre una de las mesadas, usando, él un mortero, yo una cuchara sopera, como imaginarios micrófonos. Bajamos al piso y seguimos con nuestras labores.

Al cocinero le alcancé su porcentaje de la propinaza en mi siguiente entrada a la cocina. Lo guardó en el bolsillo ubicado sobre la latitud del corazón.

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PARATE

Para aclarar por dónde entra la correntada emocional (con posterior corta exposición sobre la relación con los pesos y su relativo peso, a modo de consejo):
la propina es dinero, sí. Es dinero en el que se expresa el reconocimiento de las cualidades del servicio. (Servicio dotado, en nuestro caso, de todas las ganas y capacidades circunstanciales). Es un piropo en pesos. Pesos que le quitan a uno el peso de tener que andar justo. Pesos que alivianan. Vean lo contradictoria y cierta que es esta afirmación. Pesos que permiten hacer de ellos una transformación en eso que uno quiere brindarle a otro o a sí mismo. Lo que vuelve más contradictoria la afirmación es lo sujeta que está a las palabras que la rodean en lo inmediato. Es que cuando gustan a uno de más los pesos, comienzan a agregarle a uno el peso de lo que puede volverse karma. Mal de nuestros tiempos. Afa(m y n)ado consumo. Con sumo cuidado consuma, amigo. Que no lo consuma el consumo. Que los pesos alivianen, no pesen. Pese al bombardeo del medio, no sucumba. No muera en vida amigo, ¡aliviánese, aliviánese! Viva liviano, busque la forma. Quítese peso, quíteselo, que en el mar de la experiencia, andar pesado vuelve a uno más hundible.

Para aclarar en particular la correntada relatada:
yo quería, con la propina obtenida, comprarle a mi amada mucho flan y dulce de leche. Para endulzarla aún más. Quería que lo comamos de tarde entre los pastos del jardín de su casa.
El cocinero quería comprarse una guitarra para guitarrear la noche. Así me lo dijo: "Quiero una guitarra que suene en la oscuridad de lo verdaderamente oscuro. La oscuridad del departamento es artificial. Depende de artificial luz. Yo quiero oscuridad de esa que no sabemos de dónde viene. De la nocturna. Que depende del astro hornalla. Y en ella hacer sonar las cuerdas de mi guitarra." Con esos 120 alivianadores pesos, podría comprar su guitarra y en pocas horas llevar a cabo tan romántico plan.

FIN DEL PARATE
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Al cocinero le alcancé su porcentaje de la propinaza en mi siguiente entrada a la cocina. Lo guardó en el bolsillo ubicado sobre la latitud del corazón. Latitud que, creía, marcaba el tempo de las canciones que compondría oscuro. Latitud que marchaba hacia el parcial deshacerse de la guitarra y de las canciones pero nunca de la noche.

Seguí caminando el salón con el rostro ya estable en una insinuada sonrisa, en una mirada serena, cuando, de pronto, un grito emergió con fuerza de la cocina. Uno y dos y tres gritos. Y un cuarto más débil y un quinto y un comienzo de llanto, y un llanto. Y un no, y otro no. Y un mi guita(rra). Entré corriendo, sin importarme los clientes. Adentro, el cocinero vestía una toga, ¡lo juro!, y unos coturnos, ¡lo juro! Y los billetes se deshacían en el aire. Se deshacían materia para hacerse inmateria. ¡La propinaza!

Corrí hasta la canastita, busqué entre la propina y la propinita, pero ya no estaba. ¡Habíase deshecho! ¡La propinaza! Al exclamar un grito fuerte, fuertísimo, me vi vestido, ¡lo juro!, con toga y coturnos, ¡juro y vuelvo a jurarlo!, me tiré en el piso. El flan, el dulce de leche, el endulzamiento de mi dulce amada, se habían deshecho con el hacerse inmateria de la propinaza.

Mi jefa, que permanecía parada atrás del mostrador, dejó su puesto para alcanzarme y pedirme que me meta en la cocina y que no salga, que mi turno había terminado y que me saque los coturnos y la toga. Muy comprensiva fue. Me lo dijo sin enojo, mientras se encargaba ella misma de ir a buscar los hinojos que esperaban pacientes en la mesa tres.

Lloramos con el cocinero mientras nos sacamos las togas y los coturnos, usando la cocina como vestuario. Entró la jefa con los uniformes de trabajo que colgaban de las perchas ubicadas en el baño del personal. Desmaterialización, materialización. Traslación en el espacio.

Hicimos de cuenta que el episodio de las vestiduras no tenía importancia. Mejor dicho, sentimos de cuenta. Casi no fue percibido. Como un roce. Un hecho que en cualquier otra situación hubiese tenido un protagonismo total. Un hecho fuera de toda comprensión, conductor de una crisis que probablemente pondría en juego todas las concepciones mías, del cocinero, de mi jefa y de todos los clientes, tapado por otro hecho conductor de una crisis que puso en juego todas las concepciones mías y del cocinero, y, si se hubieran enterado, problablemente de mi jefa y de todos los clientes también, con el añadido poder de la temporaria ilusión de un atisbo a la idea de perfección, mío y probablemente del cocinero, de mi jefa y de todos los clientes comprendedores de la complejidad de ese particular servicio.

Con los uniformes puestos, nos pusimos a hacer la bacha. Yo lavando platos, copas y cubiertos, él, sus herramientas de cocina. Pensativos y automáticos lavamos y lavamos. Y lavamos y lavamos. Hasta que en determinado momento, él inicio un diálogo y yo lo seguí:

- Vi a la propinaza perder todo y dejar de ser propinaza. Y me vi a mi no verme en lo negro de la noche. Me vi escucharme guitarreando. Y me vi no ver negro para mirar. Y me vi no escucharme guitarreando.

- Yo también te vi y después no, y a mi amada vi con cara de asombro endulzándose aún más, y luego vi no endulzándose aún más. La vi sonriendo con el equilibrado dulzor que me enamoró.

- Me dijiste que te guiñó el ojo.

- Sí.

- Te lo guiñó diciendo: "Vas a ver con la que te encontrás, mozito. Propinaza temporaria. Temporaria ilusión."

- Y yo pensé que me lo había guiñado diciendo: "Estuviste bien, campeón, traduje mi reconocimiento a livianos billetes y los acosté en la mesa."

- Qué confusión. Qué inmensa distancia entre una significación y la otra.

- Muy grande.

- ¿Y la plata con la que el cliente pagó la cuenta?

- No se deshizo. Solo la propinaza.

- ¡Qué mala intención! Escucho sonar mi decepción en la noche.

- ¡Qué mala intención! Degusto flanes de tristeza con cucharadas de desconcierto.

- Entonces el cliente separó los billetes que se deshacen de los que no, con unos compuso la propinaza y con los otros pagó lo consumido.

- Sí.

- No cometió ilicito legal, mas sí emocional...

- ...y nosotros somos las víctimas.

- ¿Por qué lo habrá hecho?

- Quizá para impresionar a sus acompañantes...

- ...sin dejarse afectar por el daño a nosotros causado. Sin saber en qué hubiesemos transformado una efectiva, constante y duradera propinaza.

- Cuánta desconsideración...

- ...cuánta...

- ...tanta.

- Tendrá un científico loco amigo para acceder a tales billetes.

- Ha de tenerlo.

- Un científico loco amigo que comparte con sus amigos los experimentos para que se diviertan.

- Ha de tenerlo.

- No lo sabemos pero lo suponemos.

- Vos lo suponés y yo te sigo, porque esa es hasta ahora la mejor suposición.

- A mí me gustaría oír su posición.

- Mi posición no se oye. Mi posición se ve. Y, como podrás ver, estoy precisamente al lado tuyo.

- Coincido. ¿Y tu suposición?

- Nada supongo. Afirmo en pleno dolor: me hubiera gustado propinarle una efectiva cantidad de golpes al jetón que me decepcionó con gusto a flan, que me hizo sentir un atisbo a la idea de perfección.

- Una efectiva propinaza de golpes al jetón amigo de científico loco irresponsable y cínico.

- Bien dicho, compañero.


Telón.

,nda(nta)

al querer comunicarle al cocinero
lo que el cliente había pedido,
la comanda dijo lo que dijo
y nos dejó silenciosos.

"¡sigamos,
sigamos
a la comanda,
que entre signos
de pregunta
tajearemos
nuestra pereza
afectiva!",

pronunció
uno y todos
aplaudimos.



contigo,
comandanta,

hasta la
incerteza,
siempre.


domingo, 26 de junio de 2011

Los versos etilizados

los que
vienen
abajo
en posi
ción

arriba
en arbi
traria
inver
sión
de
po
si
ci
(oiga
¡crack!
la sílaba
romperse)
ón


son
versos
que están
en pedo.


atem
porales
versos
etili
zados.



1.
esta es la historia
de un borracho
que emborracha
la sobria
mirada
de su
acompañante

lo hace
desarmar el mundo
los colores los brillos
la contensión

percibirlo
caótico
a él
como parte
inseparable
y no como
exclusividad.

esta es la historia
de la fundición
de la composición
de mundo
de un social
mente
sobrio
que acercó
el cuello
al filo
de la
abs
tracción.


2.
no hay
más allá
de la coyuntura

no hay más
que lo que
hay.

la existencia
por muy incompleta
muestra
capas
y capas
de comprensión.

no hay más allá
de lo aparecente
constantemente
difuminado
por la capri
chosa
imagi
nación.

lunes, 13 de junio de 2011

no hay tan sabrosa y caliente sensación
como la de hincar la dentadura entera
en el brazo de un antropólogo
fascinado con mi condición de canibal

miércoles, 1 de junio de 2011

:

calla, hijo,
calla y encalla
en las rocas
de la península
que supe construir.

calla, haz callo
tus posibilidades
cállalas, que no
desborden.

calla, callo,
encalla en mi penínsu
las rocas son mamas
las mamas son rocas
y la leche interminable
la leche no se agota
en mi península.

hijo,
calla, cálla
te perdono,
estás perdonado,
tomemos te
perdono, hijo,
toma té encallado
con interminable
leche.

calla, ven, no vayas,
calla, así, como ahora
que escuchas
la música de la península
cómo chocan las olas
contra las mamas
cómo grita el cielo
mientras
mamas.

calla
tus bobos impulsos
jóvenes, crees ver
y no ves nada
como yo
que a tu edad
ver creí
y nada ví.

mucho me costó
componer el sonido
del viento
de la mar
haciendo espuma
para que vos
la mees
joven engatusado
joven entusiasta
como yo
en aquel pasado
joven engatusada
joven entusiasta.

los espejismos, hijo,
inmateriales que admiras
no van a nada, solo a tristes
decepciones inmateriales
i materiales.

los espejismos, hijo,
materiales que decís
(te confundís,
como yo en
aquel pasado)
no admirar
van a triste materialidad
con la que construir
península propia
en que encallar
callar y hacer callo
posibilidades venideras
de jóvenes venideros
que como vos ahora
como yo anteriormente
serán engatusadamente
entusiastas.

lo inmaterial hazlo tuyo
¡calla!
y de tu diario íntimo
¡encalla!
sería un timo a tu existencia
¡haz callo!
creer y obrar en consecuencia
¡canalla!



mamá
(leche
(ja))

miércoles, 18 de mayo de 2011

Experiencia pelada

Ese hombre pelado se quedó dormido en una mesa para cuatro, en una silla para dos. Una amplia silla que contempla (contempla ahora, yo atrás del mostrador viéndola contemplar) la necesidad de las parejas que existen ¿exageradamente? siempre como par y nunca como eja. Una de esas que exageradamente exacerva su exagerado ¿amor?. La silla para dos fue creada por un joven que vio la volcánica nece(sí)dad y abocó a ella su creactividad. Ya existían bancos, gradas, pisos y otros sentaderos duales, pero no sillas, bien trabajadas, elegantes, y menos en lugares como el nuestro, dados al protocolo y a las tensionespre fijadas.

Ese hombre pelado yacía sin contensión (con sintensión) en la única silla para dos de su mesa. Las otras eran: una para media persona y otra para una y media. Apuntamos a una innovación tanto o más fuerte que la del joven. Creímos poner a la gastronomía en un nuevo plano. De hecho la pusimos: el de la puesta en crisis de los números enteros como cualidad inmodificable de la composición mesal. Pero no tuvimos éxito. Ahora vemos el por qué: la silla de una y media parecía ser para una con cierta generosidad, la de media parecía ser para una con cierto escamoteo. En función de en cuál les había tocado sentarse, los clientes se quejaban o agradecían por estamotés o por generosidad. Cuando uno explicaba, a los sentados en la media, ellos, reacios a insertarse en un debate sobre la practicidad del emprendimiento experimental, hacían valer su condición de clientes para romper platos y ensalibar paredes.

La mesa entonces era para cuatro personas, distribuidas en tres sillas. El pelado yacía con sintensión, desplegado, aprovechando la comodidad. El plato (bondiola de cerdo con batatas acarameladas) y el vino (los páramos malbec-malbec) sin terminar.

Se me ocurrió un chiste gracioso, y de gracioso me di a la risa y a la del cocinero, que hacía rato se había dado cuenta de lo extraño. Los otros clientes no, nadie lo había notado, lo cual hacía aún más extraña la experiencia del pelado, la de los clientes y la nuestra, la experiencia pelada.

Nos dimos a la risa el cocinero y yo. Puse un disco que tenía una canción que tenía unos versos dedicados a un pelado. Le proponían acción despierta. ¡Cómo nos reímos! ¡Tan fuerte! Tuve que subir la música para tapar las risas, y, como la música llegó a volúmenes impensados, tuvimos que reir más fuerte, el cocinero y yo, y lo extraño de la experiencia pelada es que ningún cliente lo notó. Solo el pelado, que abrió los ojos lento, se desperezó y me echó una mirada bienintencionada a la vez que hizo un gesto pidiendo que baje la música. De nervioso apagué la risa y la música. Quedó sonando de fondo la risa del cocinero que pronto cesó. El pelado me llamó a su mesa y pidió que le caliente la bondiola. Había entrado otra vez al escenario de la vigilia y quería retomar su rol, adaptándose a todas las modificaciones que la experiencia pelada había sufrido en sus casi tres horas de siesta.

Parado atrás del mostrador lo vi: el pelado, aún en proceso de despabilación, hizo una caricia en el aire, como un mimo, empezando a la altura de la frente, terminando a la mitad de la espalda. El pelado parecía un mimo. El pelado se hacía un mimo. El pelado mimoso consigo mismo parecía mimar para los demás. Parecía actuar, hacer de mimo, y se hacía mimos en lo invisible. La mano surfeaba olas de pelo. La mano iba del principio al fin. De la gestación difusa de la ola a la espuma de la orilla, dispuesta a borrar una cancha de tejo, un mensaje escrito con el dedo gordo del pie, acompañado por el índice, sancho del más ancho. El pelado iba dispuesto con su mano y aparentaba ser aéreo gestadista.

Lo miré mucho el tiempo que tardó en calentarse la bondiola. Lo miré mucho a él, pero también miré a las otras tres mesas, con sus sillas particulares y las nueve personas que las poblaban. Miré intercalando: aparente pelado gestadista (melenudo fantástico), mesa de cuatro, melenudo fantástico, mesa de tres, melenudo fantástico, mesa de dos, melenudo fantástico. Intercalé y me sentí gestor de la relación entre las mesas, pues la experiencia pelada las tenía mirándose el ombligo. Me tenía a mí como único espectador de la (es)cena del pelado fantástico.

Caminando a la cocina pasé por atrás del melenudo. Pasé y sentí olor a cuidado capilar. Olor semipublicitario. Le pedí al cocinero que use el spray, el spray casi nunca usado, el caro spray desodorizante. Psss, psss, salí de la cocina. La bondiola, las batatas caramelizadas sin olor alguno acerqué al melenudo inhalando su alrededor cuidadoso. Y, sí, ese era olor a brillo, a suavidad. Era olor a cuidado capilar. Olor acariciable, olor surfeable, era olor largo de melena.

El me miró y me di cuenta que se había dado cuenta que algo me pasaba. Panié el restaurante con la vista para justificar la extrañeza en otra porción de la experiencia pelada, pero siendo aparente pelado mimo se atribuyó, y con cuánta razón, mi obrar de mozo confundido. Me mostró los dientes, los visibles dientes. "Gracias", dijo, y volvió a mostrar los visibilisimos dientes. Sacó del bolsillo una goma y se hizo un nudo en lo invisible. La goma colgaba justo a la altura del comienzo de la nuca. Ahí estaba, en el aire, abrazando pelo invisible, impregnándose del fabuloso olor.

Las otras tres mesas mirándose el ombligo, ni pidiendo nada, ni mirando ni nada más allá de ellos mismos. El melenudo parecía saberlo. Se manejaba con una tranquilidad comprendedora de situación. De pronto dejó caer un tenedor al piso y se empezó a reir. Se empezó a reir fuerte. Su risa encendió la del cocinero que había sido castrada. Risa que recuperó los testículos. Sumadas las risas componían una risa tormentosa. De nervioso puse música para taparla y la canción tenía unos versos que sugerían acción a un pelado, entonces el melenudo fantástico se paró y empezó a bailar. Agarró el vino y bailó al lado de su mesa riendo. La goma dibujando formas azarosas en el aire y la melena regando el espacio de tan particular olor.

Grité fuerte. "Melenudo impostor, pará con el baile y con la risa, la canción habla de un pelado, basta, no bailés". Las palabras tapadas por los truenos del cocinero y los del melenudo. Y bajo los truenos la experiencia pelada se empezó a llover. El melenudo, sin parar de bailar, sin parar de tronar, levantó sus cosas y tiró dos billetes de cien pesos arriba de la mesa. Sin parar de bailar, sin parar de tronar, se fue, volando la goma a la altura de la nuca, mostrando los visibilisimos dientes.

Apagué la música. El melenudo ya no estaba. No tronaba. Tronaba la tormentosa cocina. Los truenos se sucedían veloces, invasivos de todo plano sonoro. Los truenos con los testículos recuperados olían acariciables, surfeables. Los truenos olían a obsesivo cuidado capilar.

miércoles, 11 de mayo de 2011

Rel(p)ato

1

tuc tuc tuc, tres pasos de sonido. Enseguida tuc tuc tuc tuc tuc tuc tuc tuc, Martín para, las piernas algo abiertas, compás sin paz frente a la puerta del último dormitorio, el más al cielo.

La llave gira, chorrean los nervios de Martín, Martincito, tincho, piluqui, ciruela, el ojos en la nuca, martancia. Esa fue la aventura de una mano, la derecha, de las llaves y la transpiración. De la excitación, la aceleración, la acción. La apariencia de unos pocos planos detalle.

La otra es la mano izquierda. Se ve en plano entero (el cuerpo entero en la pantalla), ciruela tiene las piernas algo abiertas, como un compás algo abierto, frente a la puerta, de espalda a cámara. Da medio paso con el cuerpo entero, dentro del plano entero, la mano derecha se oculta rápido delante del abdomen, el espectador busca ángulo, maniobra con el cuello, desiste, entonces los ojos van hacia la mano izquierda, esperan que la luz de acción de la otra refleje en ella, y se encuentran con un volumen colgante. Es… (se van a enterar en la próxima escena, la última, la que va a dar el último punto de expectación, y vaya si será última que transcurre en el último dormitorio, última historia de Martín que se arroje de cabeza en el piletón caliente de las imágenes, clavado que tiene dos escenas definidas: un pasillo y un dormitorio).

2

La puerta está abierta, piluqui parado adentro del dormitorio con una posición muy parecida a la anterior. La diferencia está en detalles y no vamos a ahondar. No hacen a la ira, a la desesperación, a toda emulsión, no hacen a la cara rígida, sonriente, satisfactoria, agente ¿¡de qué!?, del peluche de pato que cuelga, ahora hamacándose, del puño izquierdo de Martancia.

El pecho del pato emite sonidos, son palabras, detalles, todos los otros componentes sonoros son idos. Solo quedan palabretalles que sí hacen a la erupción que es Martincito en este punto: fue al último dormitorio, al más al cielo, ahorcando un pato, adoptó una postura base condensante, regó la alfombra, la nunca regada alfombra con su transpiración y la regaría si fuese necesario con regaderas contenedoras de cualquiera de sus fluídos. El peluche sin pilas, diciendo con el pecho, siendo impávido pato rígido:



“Imaginar un futuro

futúro

abstracto con tareas concretas.

Lo abstracto tiene tareas concretas.


El futuro abstracto

tracciona

el concreto presente.


El presente se construye constituye

de todo pasado acumulado

pasado por acá

más pulsión de época.


El futuro tracciona todo el pasado

toda pulsión.


El futuro se construye, Martancia,

de pasado acumulado más imaginación

voluntad, decisión, interpretación de pulsión,

imaginaciones, voluntades, decisiones, interpretaciones

de pulsión, el futuro aflora y tracciona,

flor mecánica, es el fu

túro con ojos en la nucuac


cuac cuac cuac cuac

cuac cuac cuac quiera

traerme acá como para que no

me escuche nadie

pero no será cuestión

que alguien me escuche y libere.


Yo soy pato y peluche, tengo años

siempre tuve cara igual hablo

con el pecho y sin pilas

soy cuac quiera

me pregunto por mí

pero más por vos:

¿Quién sos? ¿Qué son

todos esos apodos?

¿Tenés pila?

Yo no y hablo,

vos no sé y transpirás

llorás, subís escaleras

me ahorcás y pretendés

abandonar acá. ¿Dónde,

dónde, Ciruela, dónde?

La pila es lujo.


¿Qué pensás del tiempo?

¿El futuro tracciona?

¿Qué te producen

los patos y qué los peluches?


Somos el uno para el otro:

yo tu peluche pato abstracto,

vos mi humano concreto,

y como lo abstracto tiene tareas concretas

monologueo para encontrar mi propósito

ver si esas tareas son compatibles

con tu concreto mundo de concreciones

y les podés sacar algún rédito. Rédito redentor

de mi vida primera y última

justificación.


Quiero que me ames, que nos amemos

y que esa abstracción dominante

que es el amor se concrete en concretas

tardes de mates, enamorados mates,

y bizcochos, enamorados bizcochos.


Quiero conocer todo de voz

las múltiples caras

que dieron lugar a los múltiples

apodos. Algunos más cariñosos

otros más dañinos inventados

por personas que habrán recibido de vos

quizá el mismo estímulo de una u otra manera

de un u otro apodo y quiero conocer

tus apodos futuros

apodos que traccionan

tus pulsivos apodos presentes

tu cúmulo de apodos pasados.


¿Qué es ese rojo de tu piel Martincito?

¿Por qué seguís mojando la alfombra?


No apagues ya apagaste.

No te vayas ya te fuiste.


¿Me escuchás?


Martincho


¡Escuchame!


¿Me escuchás?


¿Cuál es mi propósito

ahora sumido en la oscuridad?


¿Cuál es ahora escuchándome

vos atrás de la puerta?


¿Por qué una puerta

entre nosotros tin?


¿Escuchás mi vos?


Yo escucho tu llanto

y la llave que gira.


Martancio


Qué futuro

tracciona este oscuro

presente este presente

sin nada oscuro y desabastecido

hay olores de un lugar no habitado

y cada vez más lejos tu llanto

que baja las escaleras.


¿Qué pulsión negra es esta?

¿Qué esta negra acumulación de pasado?


¿Me escuchás?


Si me escuchás hacé un ruido

fuerte desde abajo

a la cuenta de uuuno

doooos

treees.


Voy a contar de nuevo

Martancia con nuestro pecho

uuno

dooos

treeees.


Voy a contar abstractos números

que ya no buscan nada

y a vos en tu concreto mundo

de concreciones te representan

monedas para pagar el transporte

público: uuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuunnnooooooooooooooooooo

doooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooosssssss

trrrrrrrrrreeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeesssssssssss


Voy a contar abstractos números

que ya no buscan nada

y a voz en tu concreto mundo

de concreciones te representan

concretos números

que siguen buscando algo:

uuuuuuunnnnnnooooooooooo

dooooooooooooooooooooooooooooooooossss

3

viernes, 6 de mayo de 2011

metaamor

más allá de las circunstancias
idealizantes dentro de las que orbitan
nuestros mundos de comprensión

más allá te expandiste
por el centro de todo
lo que hay
y como agujero
por que el brillo
se muestra ese gesto
en miniatura
detalle de una
risa que enciende todo
risa que sino anda nada
nada de nada
si no anda.

en el campo
(pipi practica
juani modela
yo salto una tranquera)
me conmuevo
escucho las palabras
que produce tu transparencia
existencial a mí
me conmovés
¿entendés?
cuando te recibo
ya sea experiencial
o imaginaria mente
que se nutre
del brillo
y lo interpreta
intercambio
no atómico.

no atómico
el sentir de la casa
no atomiCasa Latinoamericana
en que la experiencia
se da mayor y uno se esculpe
a traves del conjunto.

siento nombrarla como marca
de vaca en el poema
siento por nuclear ella
(vos brillosísimo
brillo emocional
yo privilegiado
compañero)
las circunstancias.

siento manifestarse
móvil el deseo
de modificar las
condiciones dadas.

pienso en eso
y en la gente
que no lo piensa
ni lo pensó ni
lo va a pensar
y pienso
en nosotros
que lo pensamos
en mi cuarto
abrazados
(anoche me hablaste
de Cristo y de Perón).


azul fue
el movimiento que
nos complementó:
esa noche bailamos chacarera
y zamba al lado de la pileta
nos pusimos a jugar y
qué decisiva forma de volar
el pañuelo qué arresto de lo mejor
que tenemos
qué luz dió
presencia
a las puntas de tu pelo
que andaban dando
vueltas hamacas girando
en el aire de lo ideal

jueves, 5 de mayo de 2011

¿asado?

para empezar
hay que aclarar:

obama os
ama

a ustedes
amantes
de la justicia
los buenos
muy buenos
lustrados
valores.



¡oba,
ma,
asó
carne!

en porciones
chicas, no como
el asador de saenz
peña que a leña
enternece la ex
vaca, ¡no!,
el asó, ma,

hiperveloz

minúscula
superficie viva

la metió
en el mar

y

por el pusieron
la mesa.



al humano
aisladamente asado
(mayormente crudo)

quien haya decidido
comerlo habrá sentido
venganza orgullo

visto relucir los buenos
ya muy muchísimo buenos
lustrados valores

tachado de la lista
de este mundo
al peor tirano ¡árabe!
¡árabe fundamentalista
loco sanguinario
había que eliminarlo!
¡habría que eliminarlos!
a todos ellos basta
que nos dejen en paz
¿es tanto? ¿es tanto pedir?
queremos torres de pie
y si para eso hay que matar
extraños individuos tarados
que usan turbante
¿turbante?
jaja jaja
adelante.





obama
habla
dolorido
hay que pedir
¡vamos washington!
¡uno que abra los ojos!
que pida el aplauso
para el asador
pero nadie
lo reconoce
y aplausos
no hay.

¡qué
protocolo!



qué protocolo
y qué silencio.



todos miran
para otro lado.

es que en la carne
o no vieron nada
o vieron lo que no querían ver
o cuando fueron a hundir
los cuchillos bien afilados
pasaron de largo carne
de humo y ahora
hacen que comen.


(en el teatro el silencio
mutó de dramático
a incómodo
y se escuchan
toses, cierto
cuchicheo
butacas
gritonas.)






yo sé
que


obama
(asador)
os ama


que


osama
(asado)
asoma


y que


la obra,

ma,

está
rara.

lunes, 25 de abril de 2011

el canal
es un cielo
oleado.


adentro

una capa de grasa
ancha, bigotes pararrayos,
los pelos pegados.




el lobo
se eleva
y vuelve a
zambullirse.




conoce que
cuando está
sumergido
siente
de una
manera

cuando
está des
umergido
volando
de otra

y de in
contables
más según
porcentaje
adentro
por
centaje
afuera.





también sabe
de qué manera siente
cuando está sumergido en
sueños, porcentualmente,
por tierra, volando
en sueños.






los turistas agarrados
a la baranda del catamarán
captan imágenes con un tercer
ojo mecánico fraccionario
para sellar la experiencia.

el frío duele en la cara
y en las puntas inferiores
de las orejas a las
que el gorro
no llega
a cubrir.






con prolijidad
sigo los mo
vimientos:


el lobo


se eleva


arquea


zambulle



(salpica

agua
sobre
agua

).









ya hubiera cambiado.



en vez de esta piel tener
esa otra tan resistente nadar
bajo cero masticar peces en
velocidad aparearme sobre
una roca saber el espacio
sin nombre en detalle no
cargar con la culpa
de una especie
ser orgánico
incodificable
emerger
desnudo a
la superficie
elevarme quedar
suspendido en el aire
abordado por el viento
friísimo aprehender la
experiencia
cruda

dentro
y fue
ra
del
canal



lunes, 7 de marzo de 2011

entonces
me puse a mirar
los cielos de mi generación.

las nubes gruesas de pecho oscurísimo
y contorno difuminado superponiéndose
la una a la otra y la otra a la una alfa
y una alfa a la otra alfa y la otra alfa
a la una beta y así sucesivamente

incuantificables
son los cielos
de mi generación

profundos de agarrar
el suelo y sacarlo
y hacerte ver
con los cielos
que hay debajo
los otros los futuros
posibles cielos
en los que
vemos
en los
que hemos
de ver
un agujero
que dé lugar
a lo que hay atrás.

las nubes
no son todo
son un pequeño
pedazo o cacho
del arriba.

pasan unos pájaros
volando en vé,
y otros pájaros
volando en pé,
y cruzan los cielos
con picos
como locomotoras
y dos agujeritos
cada uno
por los que
eleva el aliento.

entonces
cerré los ojos
con la seguridad
de que los cielos
seguirían ahí
andando
y los pájaros
ahí pasando y
las nubes ahí
perturbando
a mi generación

que ha de esquivarlas
o encararlas
con
grandes
ventiladores,

podrán estar ahí
pero que a la larga
se tienen
que deshacer
y pasar a ser
ex nubes
de pecho
negro
ni dudas
tengo.

miré
alrededor
porque eso
es lo que no sé
si va a seguir
estando
espero
se modifiquen
el órden y la naturaleza
de los acontecimientos

porque sino
se va a salir
el pasto
en el que
me eché
hace un rato
a ver
qué pasaba
y lo que pasó
es evidente:

acostarse
en el suelo
invita a mirar
el cielo

como acostarse
en el cielo
ha de invitar
a mirar
el suelo
quizá no
quién sabe.

martes, 1 de febrero de 2011

una tarde en un barrio

el nene juega a ser papá, la nena a ser mamá. juegan y juegan, y en el juego más bien entrenan. en un tiempo impreciso, estimable, van a tener que aplicar sus conocimientos. todo va a ser más sencillo si los bebés están hechos de plástico. un plástico plantado que resista frontal el sol picante del mediodía.

la siesta convocó al barrio. los sueños de los vecinos se encuentran y mezclan en una olla grande. componen algo así como un guiso que estaría bueno probemos todos, para digerir los fantasmas y obrar en consecuencia, no al reves.

el azul de la pileta, las redes doradas en la superficie del agua, verdes con distintos ánimos distinta historia: la paleta de colores del afuera expresado adentro tiene una lógica similar a la de un pintor pero es grande como la pista de atletismo de un gigante. todo esto interrumpido por el sonido de los pasos. afuera, en la calle de tierra, pasa un oso cantando el oso. tiene un vino en la mano, algunas marcas a la altura del cuello. un oso cantando el oso, como un nene jugando a ser papá.