viernes, 21 de enero de 2011

Novena misión tarea..:

crear una máquina que extraiga
toda tu falsa profundidad
transformarla en uñas postizas
y rascarme un rato las bolas.

sábado, 15 de enero de 2011

estaba con ganas de llorar y me animé dormido

el cuerpo quieto. la cabeza con saliva acumulada y la respiración desordenada, yendo de frente a verse con cúmulos de datos a los que les hago una gambeta siempre, el mejor gambeteador.

compuse la escena, la dejé andar. hubo un tajo en el despertar, y de adentro saliendo la angustia, las imágenes vivas.

las crisis son desbordantes a veces, y sintetizadas en un sueño lo vuelven un átomo. la insistencia de la memoria, una lluvia de neutrones.

ahora que lo único que queda es una sensación abierta, tan abierto me cito y asisto a un reseteo, espero hondo, imagino bobo, no dispuesto a desarmar la situación plena, bien pasajero.

sábado, 1 de enero de 2011

la panza y el cielo

los fragmentos se empezaron a relacionar distinto. tres mares tiran a diario encima que pretenden apagarlos y riegan pues para que el sol los haga más morrudos.

cerca de mi dedo gordo hay un cascarudo que parece un rinoceronte. blancuzco, gris, camina y le camina el almita.

no puedo escribir cohesionado, me pierdo en inquietudes, me caigo y veo de frente con cosas que lejos de merecer o no merecer ser escritas, nacen escritas en lo oscuro del cuerpo,
necesitan salir para no secarse, andar seco no me interesa.

tengo los dedos bailarines y un primero de enero, la tarde. el tobillo redondo y el humo y todos los alcoholes fundiéndose en un solo malestar: testimonio del 2010.

es lindo pensar palabras como viento, dejarlas que toquen la cara y agiten la remera