martes, 1 de abril de 2014

trenza melódica

hoy me levanté escuchando a Marley, tomando café, leyendo "La razón de mi vida". rodeado por las plantas y por la luz de la mañana.

- emancipate de la esclavitud mental, nadie más que vos puede liberar tu mente- dice Marley desde el colchón de la música.

- ascendé a los valores espirituales de los descamisados- dice Eva desde la recitación de su poesía.

- ¡Africa unida!- dice Marley -unámonos por el beneficio de nuestros chicos.

- los únicos privilegiados son los niños- dice Eva señalando una de las veinte verdades.

- hay una mística natural espolvoreada en el aire, si escuchás atentamente la vas a oir.

una prédica
enlazada con la otra,

una lengua
enlazada con la otra...

la belleza,

con la que hablan,
con la que actúan,
con la que sienten,
con la que cantan.

una prédica
enlazada a la otra,

entonces
me paro

y voy
y leo

a Gandhi...

- la devoción a la verdad
es la única justificación
de nuestra existencia- dice.

- en la violencia
quien más sufre
es la verdad;

en la no-violencia
la verdad
siempre
triunfa.

la prédica
de Gandhi
se enlaza
a las otras
dos

y se genera
una trenza

danzarina...

una trenza
musical

una trenza
melódica...

creo ver
la espiritualidad
del tercer mundo

en comunión
por un segundo

enfrente
del pensamiento

y puedo sentir
que le hablan
a lo mismo...

que nos instan
a amar,

a buscar
a Dios,

a cambiar
lo que tengamos
que cambiar

de nosotros
mismos

para no caer
en el abismo

del egoísmo,
de la vanidad,

de la mentira,
de la mezquindad,

y
los veo

felices,
sonrientes...

sometidos
a los mismos
flajelos,

conducidos
por los mismos
anhelos,

se los ve
tranquilos

con lo que son,
con lo que dicen,

no le pisan
la cabeza
a nadie,

le tiran salvavidas
a todo el mundo,

son honrados
ante Dios,

están llenos
de fe,

ganaron
la trascendencia,

osaron
la permanencia

y acá
están

haciéndonos
trenzas
en la mente,

enseñándonos
nuestra propia

riqueza
espiritual,

otorgándonos
la capacidad

de ver
más allá
de los filtros
de lo aparente...

que
esa trenza
se funda
en la conciencia
eso ya es ciencia
del corazón...


una barca

cuando escribo siento que construyo una barca
a la que puede subirse toda la fauna
sin distinción de ningún tipo...

una barca

en la que soportar
el diluvio

de la
ignorancia

afectiva,
intelectiva,
perceptual...

una barca
que nos salve,

que nos repliegue
en la imaginación,

que
nos
otorgue
fe

como un lamparón
imperecedero

en el pecho...

cuando
eso haya
ocurrido,

que la barca
se deshaga,

que
las palabras

vuelvan
al lugar

desde
el que se
proyectan...

(es
cansador
para ellas

asumir
la titánica
tarea...)

y toda
la fauna,

sin distinción
de ningún tipo,

alcance
la paz...

el club de sus amores

cuando él insultó
al club de sus amores,

ella respondió:

"Te insto a no agraviar libre y desprejuiciadamente mi Dharma... No por mí, que aprendí a poner la otra mejilla, sino por vos... No es grato para nadie andar insultando las pasiones de los demás... Hoy voy a pedirle al Señor que te otorgue discernimiento, pero, mi compatriota, vas a tener que trabajarlo un poco vos también..."

él,

que 30 segundos atrás
era un barrabrava enfático,

se transformó
en un niño manso

y no comprendió
si se trató

de un conocimiento
extraordinario

o si apenas fue
un destello

del poder
de lo femenino...