Pata de palo, mano de anís,
casa de ajenjo, Pablo Valentín.
La señorita le regañó,
ojo de vidrio, este le echó.
Vino un centro, no cabeceó,
le preocupaba más un gorrión.
Y ahora es Pablo Valentín
el que se mofa de su gente,
porque llegó a ser presidente.
martes, 6 de enero de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario