lunes, 13 de julio de 2009

Ya no hay luz en esa vereda

No sé por qué cuando entré dejé la bicicleta atada a un poste de luz

y cuando salí se lo habían llevado; el poste

y la bici tirada en el piso con el volante descentrado a la izquierda

y tuve que apretar la rueda de adelante con las rodillas y hacer fuerza para la derecha

y me fui a casa con la bici al lomo, centrada

y más a la nochecita pensé que capaz un tipo andaba con su poste de luz encima y lo atornilló al piso para que no se lo roben

y ahí enseguida pensé que quizá había sido obra del escuadrón de asaltos imprevisibles

y después pensé que por ahí había sido alguien que clamaba oscuridad

y como a los tres días compuse una canción


Qué habrá pasado, oh oh
Con ese poste, eh eh
Qué habrá pasado, mi dios
No sé su nombre, eh eh

1 comentario:

emmaysushermanas dijo...

Me encanta el escuadrón de asaltos imprevisibles, quiero la serie!!! Imaginate, después los cruzamos con la loquita de la energía y la rompemos en los estantes de la literatura independiente argentina.
:)
Beso!