mutuamente,
en el mismo
instante.
no
lo supieron
a ciencia cierta
pero
una sensación
los abordó:
un hormigueo
en la cabeza,
un temblequeo
en las rodillas.
él
cerró
los ojos,
dijo:
"soñé
que te dejabas
acariciar,
que reías
de un chiste malo
que se me había
ocurrido
al pasar,
que habíamos
apostado
a
navegar
la intensidad,
que habías
rezado
la unión,
que
el pasado
emergía
como un mar
que nos quería
llevar"
ella oyó
un susurro
y las rodillas
le temblequearon
aún más...
abrió
los ojos,
la boca,
estiró
los músculos
de la cara,
se dejó
impregnar.
miró
el cielo:
"soñé
también
con tu
andar,
soñé
que
me reías,
que
me proponías
mirar
algo
que no veía...
me hablabas
de experimentar
el amor eterno,
en cada instante
particular...
hablabas
de lo eterno
como
una obsesión
singular...
yo te decía
que cómo,
que la naturaleza
de las cosas
es mutar,
que el tiempo
todo lo gobierna,
que lo inmutable
es muy lindo,
muy lindo
de imaginar,
pero
que la experiencia
es otra cosa,
esboza
otro cantar...
y vos,
el vos
de mis sueños,
el vos
por mí imaginado,
el vos diseñado
por mi deformación
de la realidad,
se echó,
(te echaste)
a un costado...
sonrío,
(sonreíste)
cansado...
fue,
(fuiste)
a decir algo...
calló,
(callaste),
se puso,
(te pusiste)
a cantar
una canción
de despedida
que quería,
(que querías)
practicar."
él sintió
pronunciarseel hormigueo
y
el susurrar...
hicieron
silencio,
se oyeron
callar,
enseguidita
el cielo
se puso
llorar...
lloró
toda la noche
y
a la mañana
nomás
no había
una nube,
tenía
que
drenar...
drenar...
el
cielo
tenía
que
drenar,
para poder
continuar
aconte
siendo...
siendo...
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