Anoche, en la canchita de centenera, me comí un gol abajo del arco y los pibes se arrimaron a putearme, Pero en eso aparecieron dos perros que se pararon unos metros adelante mío y los empezaron a ladrar.
Enseguida entendí, Marita, que, como James y Lily Potter, mandabas tus unicornios a protegerme de esos dementores de Ferro.
martes, 18 de agosto de 2009
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1 comentario:
si si si!
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