Al lado del ombú, dos pibes fumando porro. Alrededor, un montón de viejos sentados en bancos pintados de verde.
La extensión de la malla molecular que hace oler a los viejos la marihuana. Las generaciones con la guardia baja.
Cada uno colorea la imagen con la cartucherita de tres pisos, la escocesa o la lapicera mordisqueada que tiene entre los ojos y la cinta, donde la imagen rebota. Cada uno se imprime sobre ella. El viejo de buzo rojo, mira el ombú y se ve entre las ramas, pero no se da cuenta.
Y ahí tenés: toda la teoría desparramada por el parque.
domingo, 15 de noviembre de 2009
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1 comentario:
ja! muy bien querido
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