lunes, 1 de noviembre de 2010

Néstor

yendo y viniendo
de un lado a otro

reventó el corazón
del conductor
del camioncito
de mi país.

yendo y viniendo
todo el tiempo

como de pibe
con la misma piba
al lado.



un tipo
que agarró
con las manos
sin guante
cremita callo

una papa caliente

ay
cuán caliente.




veo
una señora
que le pide
tenga fuerza
a Cristina

como queriendo
imprimir en el grito
fuerza en verdad

hacer de él
no un gesto
sino
una transfusión
directa
de humanidad
espíritu.




y ahí nomás
puedo oir
los celulares
de traje
como explotando

un coro de ringtones
un mar de garcas

a los abrazos.


abrí los ojos bien grande
mirá cómo se entreteje
el batacazo.

mirá,
se vienen.




yo sé que hay una gente
y cuánta gente

que ve tn
como ve tinelli.

pero la información
como la comida
hay que masticarla
mínimo
veinte veces.

porque sino
tiran
todo
abajo
de la alfombra

te dicen
mentiras

te llenan
las ideas
los brazos
las patas

y vas podrido
repitiendo
las reglas
del juego limpio

en que las plazas
no se llenaron
en los últimos
tirones de tiempo

de gente marchando

por la conciencia
por la tolerancia
por la redistribución.




veo el funeral
de Néstor
por tn
para ver
qué me dicen.

y su carácter señorial
los hace tener que filmar
una hilera de personas
a los gritos
por la incertidumbre
la desilusión
el dolor
que arrastra
la muerte
del conductor
del camioncito
de su país.



atrás del féretro

está Lula
el golden boy
de los impecables.

está Hugo
el dictador
de los impecables.

y qué extraño
los dos dicen
casi lo mismo.

la diferencia está
en sus acentos.

porque Néstor
fue del barrio
al continente.


porque entendió
y practicó
lo lindo
lo necesario
de tomar mate
con los vecinos.


y entre tanta
medida justa
que parecía
andar
por afuera
se instaló
en la compleja
unidad
de los
jovencitos
que al oir
la palabra
militancia
fruncíamos
la cara.


ahora parece
nos apiolamos:

hay un camino
trazado en el tiempo

con unas buenas piedras

y grandes
postes

de luz

5 comentarios:

Ojaral dijo...

grandísimo poeta! Para cuándo el libro?

juan poquito dijo...

gracias esteban!
voy a editar uno chiquito para regalárselo a un par de amigos.
tan chiquito que no tenga ni un poema

Ojaral dijo...

Dejate de joder. En serio te digo. No sé que estás tomando, pero da resultado.

juan poquito dijo...

lo importante es que de resultado. lo otro se lo dejo a cappa!
gracias por las palabras de aliento compañero. pronto hay que organizar una nueva reunión!

Anónimo dijo...

Perón decía que no queremos mártires, si no héroes; pues bien General, ahora está con usted uno de esos. Y el silencio que nos invadió aquellos días de tristeza fue la quietud que precede a los días de victoria.

La muerte (que ya sabemos que es gorila) trató en vano de cortarnos la alegría, porque sabe que es el principal motor que permite el logro de las grandes causas. Y el pueblo en la plaza, engañándola, no fue a un velorio, si no a saludar a un compañero, a decirle a todos los que quieran oírlo que aún en los momentos más difíciles, no perdemos la alegría porque sabemos que estamos todos juntos.

Excelente, juanma.


Pitu.