como un capullo
latente en el pecho
regado
por las lágrimas,
por las lágrimas,
alimentado
por el sol
interno,
templado
por la luna
interna,
interna,
de pronto
perfumás
la integralidad
de la experiencia
la coloreás,
le das sentido,
mutás
por orden
de los ciclos
naturales,
te marchitás
anunciando
nuevo
florecimiento,
que tendrá
que ser paciente,
esperar,
quitás
el aliento,
secás,
ponés
a prueba
la mente,
los impulsos,
desesperás...
te reniego
en ese marchitar,
te riego,
me pongo
a llorar...
mi sol
arde,
mi luna
es un espejo
de plata,
mi reir
es
unas veces
unas veces
un acontecimiento
de hojalata,
y
otras veces
la nota fundamental
en la que orbita
mi canción...
el canto
me salva...
me
gustaría
saber
qué tenés
que ver
con el
canto
y
qué tiene
que ver
él
con
vos...
se me antoja
creer
que el canto
y vos
son
lo mismo
que el canto
sos vos mismo...
se me antoja
creer
que el caudal
armónico
es tu
expresión
sonora...
amor,
te extraño
adoptando
rostro
de
plenitud,
en los
cuerpos,
llamando...
te extraño,
seducción exasperante,
entusiasmo
titilante:
titilante:
una sonrisa y un chiste
un mate de bienvenida
un tema de conversación
acertado
acertado
un baile
una cosquilla
una frutilla
en la rodilla
una utopía realizable
un saberse acompañado
una noche de verano
una remera en el piso
un partido de truco
una olla llena de arroz
una guitarra
una pileta
iluminada por la luna
iluminada por la luna
un regalo
una charla coyuntural
un relato identitario
ser atraído
y atractivo
al mismo
tiempo
y atractivo
al mismo
tiempo
un vínculo
todo futuro
todo expectativa
una crítica constructiva
tres cervezas
un farol
una ventana indiscreta
mucho pasto
una hamaca
un nene llorando
un festejo del momento
un marco generacional
una sensación abarcativa
un continentalismo incontenible
un pañuelo...
la mente
centrada
en el corazón...
el corazón
errante
errante
haciendo
equilibrio
en la
intuición...
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